martes, 17 de noviembre de 2015



POR FIN, VUELTA AL COLE

Aarón por fin ha podido volver al colegio. Tras casi un año hospitalizado en Patología Dual recibiendo terapia de conducta, por fin está listo para volver al colegio. Este camino no ha sido fácil, pero al fin, vuelve al colegio.
Esta mañana llamé al hospital para informarme si seguía indispuesto o si podía ir al cole. Me dijeron que ya estaba vestido y desayunando, contento y con ganas de ir al cole.
Así que allá me fui. Estaba muy contento. Nos fuimos caminando, ya que no hay transporte público que nos lleve hasta el cole y no está la economía para taxis. Hay casi tres kilómetros desde el hospital hasta el colegio, pero como le encanta pasear, no hay problema. Tardamos algo más de media hora de caminata donde se entretiene observando todo a nuestro paso. Incluso cruzamos un puente sobre nuestro querido y visitado río Torío.
Llegando al colegio, me empezó a decir que le dolía la barriga, que tenía ganas de ir al baño. Le dije que ya estábamos llegando, que tuviese un poco de paciencia, pero siguió con esa cantinela hasta el colegio. Yo ya temía que pasara lo de ayer, que siguiera indispuesto de la tripa y no se pudiera quedar hoy tampoco. Entramos al colegio cruzando los dedos.
Al entrar, nos esperaba la orientadora y el ATE (Acompañante Terapéutico Educativo). Les dije que Aarón necesitaba ir al baño urgente y se fue acompañado por José, su ATE. Yo me fui a León a hacer unas gestiones y confiando que no ocurriera nada y todo fuese bien.
A las 12, dos horas más tarde, fui a recogerle. Venía por el pasillo agarrado de un brazo de su tutor y del otro brazo del ATE, y detrás venía la orientadora, que está poniendo especial interés en que esto salga bien. Venía contento y relajado, charlando tranquilamente con ellos y al verme, no se alteró. Eso me dejó claro que todo iba bien, al menos había conectado con ellos.
La orientadora, me contó que cuando subieron, fue al baño. Solo hizo pis, pero la lió parda en el baño. Por lo visto, no quería salir de allí para ir a la clase con sus compañeros. Tuvieron que tener mucha paciencia, ya que me contaron que el pobre lavabo llevó alguna que otra patada, aunque no pasó de allí. Estuvieron casi una hora para convencerlo y que volviera a la clase. O mejor dicho, que entrase, ya que aún no lo había hecho. Me contaron que eran llamadas de atención sin darle más importancia, pero que habían conseguido reconducir la situación. 
Se mantuvo casi una hora en la clase. Estuvo jugando con plastilina, haciendo puzzles y también le ofrecieron otro juego por el que no mostró ningún interés, por lo que no insistieron.
Resumiendo: dicen que fue bien y que firman por que siga así y a mejor. Pienso que tenían demasiado miedo de él, ya que el informe realizado por el anterior colegio, basado en noviembre del curso pasado, era devastador. Es normal que temieran la que les venía encima, pero veo que empiezan a darse cuenta que hay que ver el presente, la realidad actual. Y la realidad es que Aarón es un niño, que por el autismo y la mala atención recibida hasta ahora, no había aprendido a comportarse ni a autocontrolarse. 
Gracias al fantástico trabajo realizado por el equipo de Santa Isabel, hoy mi hijo está recuperado. Han desaparecido las conductas inapropiadas hacia las personas y, aunque aún le cuesta, va aprendiendo cómo hay que comportarse en esta sociedad que no comprende el autismo.
He visto a mi hijo feliz como hacía mucho tiempo que no le veía. Se le iluminaron los ojos al ver a todos los niños en el patio, en el recreo, jugando. Se acercó a saludar a un niño que recordaba de cuando estuvo en este cole hasta hace tres años y se me cayó la baba al ver cómo, al menos tres chicos, se le acercaron, le dieron la mano y se presentaron muy educados.
Sé que va a haber conflictos puntuales, es inevitable, pero también sé que si todos ponemos de nuestra parte, esto va a funcionar y mi hijo no será excluído del sistema educativo.
Tengo muchas ganas de que finalice el periodo de adaptación, ya que es duro darnos esas caminatas diarias para ir al cole. Irán alargando poco a poco la estancia en el colegio hasta que aguante toda la jornada escolar. Luego, le darán el alta definitiva y confío en que vaya al cole desde casa en el transporte escolar. 
Los niños como Aarón solo necesitan las terapias adecuadas, no se les puede atiborrar de drogas al mínimo conflicto. Eso solo da problemas a largo plazo. No quiero volver a ver nunca más a mi hijo dopado, desconectado de la realidad y con una inquietud y desorientación tremendas fruto del exceso de fármacos.

Espero que esto llegue a quienes tienen el poder:

En España se necesita atención temprana para todos los niños con diversidad funcional cuanto antes, ya que eso les facilita mucho la posterior adaptación al colegio.
Se necesitan unidades de ingresos de larga estancia en psiquiatría Infanto-Juvenil.
Se necesita mejor atención en psiquiatría a nivel ambulatorio.
Se necesitan terapias de conducta accesibles para todos.
Pero sobre todo, se necesitan toneladas de paciencia y empatía para poder manejar niños con este tipo de dificultades.

Antes de excluirlos del sistema, piensen que quizás son ustedes los que están haciendo mal las cosas. Si se proporcionan los apoyos necesarios, TODOS los niños pueden ir al colegio.

2 comentarios:

  1. Admiro tu fortaleza y tu tesón. ..espero y deseo con todo mi corazón que Aaron sea feliz y que tu puedas por fin bajar las armas de una vez...te mereces ya un respiro.
    Coincido en todo lo que demandas..espero que lo consigamos en un futuro cercano.
    Muchos besos

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    1. Muchas gracias. Todo marcha por buen rumbo. Nuevos retos. Lo vamos a conseguir.

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