lunes, 9 de noviembre de 2015

UN COHETE Y UNA FAROLA, por Aarón y la imaginación.



Hoy cuando estábamos paseando por los jardines del hospital, Aarón se fijó en unas antenas de telefonía que llevan años ahí. 
Me quedé muerta cuando me dijo:
-¡Mira mamá, un cohete!
Le seguí el juego y le pregunté dónde iba el cohete. Y me dijo:
-A la luna.
Le expliqué que no es un cohete, sino una antena, aunque tiene una forma parecida a un cohete. 
No pareció muy conforme y siguió con su soniquete "es un cohete", "va a la luna".
Luego, no sé porqué, le dio por saludar objetos inanimados:
-Hola banco, hola papelera...
Luego se quedó mirando una farola y dice:
-Pobrecita farola, está triste. 
Le pregunté porqué está triste y me dijo:
-Porque está sola. No tiene amigos.
Estoy alucinando. Hasta hace bien poco, era incapaz de expresar conceptos abstractos como tristeza, soledad, amistad.
Está empezando a expresar razonamientos complejos. 
Y obviamente, su imaginación desborda actividad.
¡Siempre adelante!

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